Vivir con Menopausia:Navegando por la transformación

 

Aquí estás, justo en medio de esa montaña rusa que nadie te enseñó a montar. Te dijeron sobre los ciclos, te hablaron de la maternidad, pero ¿la menopausia? Esa fue más una palabra susurrada que una conversación. Ahora, al vivir con menopausia, sientes el calor subir en oleadas inesperadas, como si tu cuerpo te hablara en un código secreto que estás aprendiendo sobre la marcha.

El mundo a tu alrededor sigue su ritmo frenético, ajeno a los cambios que sientes por dentro. En la oficina, en las reuniones familiares, incluso en esas salidas con amigos, hay momentos en el que el calor se convierte en tu segundo lenguaje corporal, uno que sólo tú comprendes. Esas miradas de confusión o preocupación de los demás, ¿acaso saben lo que realmente ocurre?, ¿Entienden lo que significa vivir con menopausia?

Pero aquí estás, en el ojo de tu propia tormenta, encontrando la calma. Estás aprendiendo a navegar estas nuevas corrientes, a ajustar las velas cuando los vientos de cambio soplan. No hay un manual, es cierto, pero quizás no lo necesites. Tu intuición se está afinando, convirtiéndote en una brújula que te guía a través de cada oleada de calor, cada nueva emoción, cada cambio inesperado.

Y sí, puede que a veces te sientas sola en este viaje, pero poco a poco descubres que hay muchas otras navegantes en estas aguas. Algunas están delante de ti, otras justo al lado, y todas tienen historias que se entretejen con la tuya. Vivir con menopausia está revelándose no como camino solitario, sino como un sendero compartido, repleto de sabiduría y sonoras comprensiones.

El calor que ilumina

Al vivir con menopausia, te miro y veo más que sofocos y noches inquietas. Veo tu fuerza interna que quizás incluso tú no sabías que tenías. Esas olas de calor no son sólo tu cuerpo ajustándose a una nueva normalidad, son fogonazos de iluminación, momentos que te invitan a parar y escucharte.

Durante las noches cuando el sueño se evade, mientras estás viviendo con menopausia, son más que un síntoma, son un espacio íntimo para la contemplación y la introspección. Mientras el mundo duerme y tu mente da vueltas, piensa en esto como una oportunidad para redescubrir qué sueños te impulsan ahora. Es un silencio que te pertenece, un tiempo sin interrupciones donde puedes ser la oyente de tus propios pensamientos y deseos.

Puede que sientas que estás en una montaña rusa emocional, y está bien. Al vivir con menopausia, esas lágrimas repentinas o la risa que surge de la nada son señales de que estás viva, sintonizada y reaccionando a los cambios de la vida. Permítete sentirlo todo, porque cada emoción es un hilo en el tejido de la mujer que estás construyendo.

Busca a tus compañeras en esta travesía de vivir con menopausia. Encuentra voces de mujeres que han caminado por el fuego y han emergido, no quemadas, sino templadas. Habla con aquellas que no temen compartir sus historias, porque en cada relato hay destellos de sabiduría que te iluminan en el camino.

Vivir con menopausia es el momento para preguntarte, ¿qué quiero ser a partir de ahora? Las respuestas pueden ser sorprendentes. Tal vez haya una pintora esperando a manchar sus manos con colores, una escritora lista para narrar historias que solo ella puede contar, o una aventurera anhelando caminos nuevos por explorar.

La menopausia es una danza y tú estás aprendiendo los pasos. A veces es lenta, otras veces es frenética, pero siempre es tuya. Baila con los cambios, ríete de lo inesperado y abraza el ritmo de esta nueva música.

Querida mujer en la menopausia (climaterio), esto es un despertar. Probablemente el más profundo y sincero que hayas tenido en toda tu vida. Es momento de redefinirte en términos que no están dictados por la sociedad, sino escritos por ti. Así que cuando sientas el calor subir, mientras vives con menopausia, deja que sea el calor de una pasión renacida, el calor de un espíritu indomable que está listo para afirmar: «Esta soy yo, transformándome, y mi viaje apenas comienza»