El climaterio y la importancia del contexto en la conducta humana.

El estudio de la conducta humana ha sido un foco central en la psicología. Una lección fundamental que hemos aprendido es que, para comprender realmente cualquier comportamiento o cambio en una persona, debemos ver más allá de los síntomas o manifestaciones superficiales. Debe considerarse el contexto más amplio y cómo las diversas facetas de la vida de una persona están intrínsecamente entrelazadas. Un ejemplo ilustrativo de esto es el climaterio, una etapa que todas las mujeres atravesamos, pero que, a menudo, es malinterpretada o reducida a un conjunto de síntomas físicos, o simplemente a la menopausia.

 

El climaterio en contexto

 

Los cambios biológicos, psicológicos y sociales que ocurren durante el climaterio tienen un profundo impacto en el bienestar de una mujer. No son solo manifestaciones físicas aisladas; también pueden afecta la conducta, el estado emocional y las interacciones sociales. En lugar de ver estos síntomas de forma aislada, debemos considerar cómo se interrelacionan con el entorno social, cultural y personal de una mujer. Y es aquí donde entra en juego la verdadera profundidad del viaje del climaterio.

Tomemos como ejemplo a Rosa, una mujer en su climaterio que vive en una comunidad donde la menopausia se ve como el fin de la feminidad. Los sofocos y los cambios de humor no son sólo molestias físicas para Rosa; se convierten en etiquetas que su comunidad utiliza para encasillarla, reduciendo su identidad a simples síntomas. Ella empieza a sentirse invisible, menospreciada y luchando por encontrar su lugar en un mundo que parece haberla dejado atrás.

Pero Rosa no está sola en su lucha. Muchas mujeres alrededor del mundo enfrentan desafíos similares.En algunas culturas, las mujeres en su climaterio pueden sentirse menos valoradas o incluso ser vistas como prescindibles. Estos factores sociales y culturales, juntos con los cambios biológicos y psicológicos, pueden magnificar el impacto emocional del climaterio, llevando a sentimientos de aislamiento, depresión o ansiedad.

Por otro lado, en sociedades donde el envejecimiento es celebrado y las mujeres mayores son respetadas por su sabiduría y experiencia, el climaterio puede ser una etapa de empoderamiento y renovado propósito. En estos contextos, mujeres como Rosa pueden encontrar apoyo, entendimiento y una renovada sensación de pertenencia.

Es esencial reconocer que el climaterio no se ve de la misma manera para todas las mujeres. Los factores personales, como la historia de vida, las experiencias previas y las creencias personales, también juegan un papel crucial en cómo una mujer experimenta esta etapa. Por ejemplo, una mujer que ha enfrentado traumas o adversidades en el pasado podría encontrar en el climaterio una oportunidad para sanar y redefinirse, mientras que otra podría verlo como un recordatorio de esos tiempos difíciles.

Lo que es innegable es que el climaterio es una etapa que va más allá de los cambios físicos. Es una confluencia de transformaciones biológicas, psicológicas y sociales que se entrecruzan con el tejido mismo de la identidad de la mujer. Para brindar el apoyo adecuado y una comprensión genuina, es esencial que reconozcamos la interconexión de estos elementos y consideremos el climaterio como un viaje, único para cada mujer, pero universal en su profundidad y significado.

 

La interconexión natural

 

A medida que una mujer atraviesa el climaterio, experimenta una variedad de cambios que, aunque pueden parecer distintos, están interconectados. Por ejemplo, las fluctuaciones hormonales no sólo afectan a la reproducción, sino también a la salud ósea, el estado de ánimo y la función cognitiva. Estas interconexiones resaltan la necesidad de una visión holística de la salud y el bienestar durante esta etapa. Y este intrincado baile de cambios, aunque a menudo se presenta de manera desafiante, tiene el potencial de abrir puertas a nuevas comprensiones y autodescubrirnos.

Consideremos a Marta, una ejecutiva de alto nivel que siempre ha confiado en su aguda inteligencia y memoria para llevar a cabo sus tareas. Al comenzar su travesía por el climaterio, nota que, en ocasiones, las palabras se le escapan o que olvida detalles menores que solía recordar con facilidad. Estos cambios cognitivos , directamente relacionados con las fluctuaciones hormonales, podrían ser motivo de preocupación y estrés para Marta. Pero no se detiene sólo ahí; también experimenta cambios en su estado de ánimo y siente una vulnerabilidad emocional que nunca antes había sentido en el ámbito profesional.

Sin embargo, estos cambios, aunque iniciales e inesperados, ofrecen a Marta una oportunidad. Comienza a darse cuenta de que, más allá de su función cognitiva, su empatía y habilidades interpersonales se intensifican. Descubre la profundidad de sus emociones y la riqueza de las conexiones humanas. esto la lleva a forjar relaciones más fuertes y auténticas tanto en su vida profesional como personal.

A nivel físico, los cambios hormonales también tienen un impacto en la salud ósea de Marta. Si bien siempre se consideró activa, ahora entiende la importancia de incorporar ejercicios específicos para fortalecer sus huesos y prevenir la osteoporosis. Esta nueva rutina no sólo beneficia su salud física, sino que también se convierte en una forma de meditación y conexión consigo misma.

Lo que Marta y muchas otras mujeres descubren en este viaje es que, aunque el climaterio trae consigo retos y transformaciones, también es una oportunidad para reinventarse, para explorar facetas de sí mismas que quizás habían sido ignoradas o subestimadas. Las conexiones entre los cambios físicos, emocionales y cognitivos no son simplemente obstáculos a superar, sino puentes hacia una comprensión más profunda y holística de una misma.

Es esencial que, como sociedad, abordemos el climaterio no sólo desde una perspectiva medida y sintomática, sino también desde un enfoque integral que reconozca y celebre la riqueza de las experiencias y descubrimientos que trae consigo. Es una oportunidad a ver más allá de los retos inmediatos y reconocer el potencial de crecimiento, aprendizaje y renovación que ofrece esta etapa.

 

Todo es mayor que la suma de sus partes

 

La fragmentación es un enfoque arbitrario que a menudo adoptamos para comprender problemas complejos. Sin embargo, al igual que la naturaleza opera como un sistema interconectado, también lo hace el cuerpo humano y la psique. No podemos abordar el climaterio sólo tratando síntomas individuales o entenderla sólo como la menopausia (dos palabras que se confunden mucho). Necesitamos ver a la mujer en su totalidad, considerando sus necesidades físicas, emocionales, sociales y espirituales. Esta perspectiva integradora es esencial si realmente queremos comprender y apoyar a las mujeres en esta transición significativa de la vida.

Es tentador dividir problemas o situaciones complejas en partes más pequeñas y manejables. Es un método que ha sido ampliamente utilizado en ciencia y medicina. Sin embargo, esta estrategia de «dividir y conquistar» puede llevarnos a perder de vista el panorama general, y en el proceso, perder también la verdadera esencia de lo que estamos tratando de comprender.

Tomemos como ejemplo a Laura, una mujer en la mitad de su viaje climatérico. Comienza a experimentar insomnio. Si sólo abordamos este síntoma desde un enfoque fragmentado, podrían prescribir medicamentos para dormir y dejarlo ahí. Pero, ¿y si el insomnio de Laura es el resultado de la ansiedad sobre los cambios que está experimentando en su cuerpo, o de las preocupaciones sobre su relación cambiante con su pareja o hijos, o incluso de una búsqueda espiritual emergente sobre el significado y propósito de esta nueva etapa de su vida? Tratar únicamente el síntoma del insomnio sin considerar estas otras dimensiones no sólo sería ineficaz, sino también una injusticia para Laura.

El cuerpo, la mente y el espíritu de una mujer están intrínsecamente entrelazados, y estos lazos se vuelven especialmente evidentes durante el climaterio. Una oleada de emociones puede tener raíces en cambios hormonales, pero también puede estar influenciada por experiencias pasadas, experiencias sociales y deseos espirituales. Una pérdida de energía puede estar relacionada con la fluctuación de los niveles de estrógenos, pero también podría estar vinculada a una sensación de descontento en el trabajo o en las relaciones personales.

Es por ello que es esencial adoptar un enfoque holístico e integrado. Las mujeres necesitan ser vistas, escuchadas y entendidas en su totalidad. Los profesionales de la salud, los familiares y la sociedad en general deben resistirse a la tendencia de simplificar y fragmentar la experiencia del climaterio. En su lugar, debemos comprometernos a abordar cada aspecto de la vida de una mujer, reconociendo que todos estos componentes se influencian mutuamente en una danza constante de interconexión.

El climaterio es una etapa integral en la vida de la mujer, y merece ser comprendida en toda su complejidad. En la psicología, y en la atención sanitaria en general, debemos recordar la importancia de adoptar un enfoque holístico, reconociendo las interconexiones inherentes en la naturaleza humana. Al hacerlo, estaremos mejor equipadas para brindar apoyo, comprensión y cuidado a aquellas que atraviesan esta transición vital.

El climaterio no es simplemente una etapa que «superar» o un conjunto de síntomas a «tratar». Es un profundo viaje de autodescubrimiento, redefinición y crecimiento. Al comprender la belleza y complejidad de este proceso, podemos ofrecer a las mujeres el apoyo y el cuidado que merecen, celebrando cada paso de esta danza holística de cambios y renovación. Es una llamada a abrazar la totalidad del ser, a vivir con autenticidad y a recolectar con la esencia de lo que significa ser mujer.

En última instancia, cuando abrazamos el climaterio con la mente abierta y con una profunda conexión de la mujer, no solo ofrecemos una atención más comprensiva y efectiva, sino que también celebramos la complejidad y riqueza de la experiencia femenina en todas sus dimensiones. Es un reconocimiento de que cada mujer es un universo en sí misma, merecedora de cuidado, comprensión y respeto en cada paso de su viaje.

Un abrazo.

Raquel