Reflexionando sobre la esperanza y su crucial papel en superar los desafíos de la vida, me siento motivada a explorar un tema complementario y esencial: La importancia de la autoinversión. Creo firmemente que esta práctica es un paso adelante en el camino para fortalecer y mantener esa esperanza vital.
La autoinversión, un concepto que va más allá del cuidado personal superficial, implica una profunda exploración y desarrollo de uno mismo. Es un proceso continuo que abarca desde el cuidado físico y emocional hasta la educación y el crecimiento personal
Con los años he aprendido que la única manera que existe para que una persona pueda sentirse bien consigo misma es que asuma la responsabilidad de conocerse y aceptarse. Por ello, cualquier inversión que hagas en conocerte, entenderte y comprenderte es prioritaria en tu vida. Además, conocerte es la única vía para que puedas conocer y entender al otro.
El poder de la autoinversión
La autoinversión va más allá de simplemente pasar tiempo a solas o disfrutar de un hobby. Se trata de un compromiso más profundo contigo mismo, de descubrir tus verdaderas pasiones, tus miedos, tus sueños y tus deseos más ocultos. Es un viaje de descubrimiento personal que te lleva a entender no sólo quién eres, sino también cómo interactúas con el mundo que te rodea.
Cuando inviertes en ti misma/o, no solamente mejorarás tu calidad de vida sino también la de las personas de tu alrededor. Este proceso de autoinversión te lleva a una mejor comprensión de ti mismo, lo que a su vez mejora tu interacción con el mundo.
La autoinversión implica dedicar tiempo a tu desarrollo personal y emocional. Esto incluye aprender nuevas habilidades, mejorar tu salud física y mental, y cultivar relaciones más significativas. Al centrarte en tu crecimiento personal, fomentas un sentido de bienestar que permea todos los aspectos de tu vida.
Por ello, me atrevo a decirte que “invertir en ti es lo único que te puede dar garantías”, ya que, cuidar de ti es un reflejo de que te respetas y valoras. Gran parte de tu éxito en la vida dependerá de lo que inviertas en ti.
Invertir en tu autoconocimiento no es un acto egoísta; es un acto de amor propio. Al comprender y atender tu propias necesidades y deseos, estás mejor equipado para apoyar y entender a los demás. Esta inversión en uno mismo se traduce en relaciones más saludables y una mayor capacidad para contribuir positivamente en la vida de otras personas.
Toda tu experiencia ha nacido y pasado por ti, ya que las personas vivimos desde nuestra percepción subjetiva de la realidad, por lo que, en todas y cada una de las experiencias de tu vida, el centro has sido y eres tú. Recuerda: “tú eres el centro de tu vida”.
Nos han educado en cuidar a los demás, preocuparnos por los demás, hacer las cosas por los demás. Sin embargo, cuando hacemos esto, sin darnos cuenta, estamos esperando que los demás las hagan por nosotros/as, y aquí entramos en un círculo, que es, como mínimo desgastador. Con esto no quiero decir que no puedas hacer nada por los demás, lo importante es la actitud y desde dónde lo haces.
Esta nueva perspectiva de ponerse a uno mismo en primer lugar no es un acto de egoísmo, sino más bien un acto de amor propio. Al reconocer y atender tus propias necesidades, estás en una mejor posición para ayudar a otros de una manera más auténtica y efectiva.
Sé que esta visión a muchos les puede parecer egoísta, pero te puedo asegurar que entre más inviertas en ti, más y mejor podrás estar con otras personas. Habitualmente, cuando las personas se dan cuenta de esto, su primera reacción suele ser de culpa y aparece un sentimiento de egoísmo.
Sin embargo, a medida que van avanzando en autoconocimiento, empiezan a sentirse las protagonistas de sus vidas, se responsabilizan de ellas y, por lo tanto, se encuentran mejor consigo mismas. En ese momento aparece un acontecimiento de tremendo valor: “cuando te sientes el centro de tu vida, necesitas menos ser el centro de la vida del otro, por lo que tu exigencia hacia el otro disminuye y tu capacidad de dar es mayor, por lo que tus relaciones se vuelven más fluidas”. Esto me trae a la cabeza una frase muy sabia de Gandhi “No hay necesidad de apagar la luz del otro para que la nuestra brille”.
En el mundo de hoy, estamos constantemente “ocupados” y es muy fácil perderse en medio de las actividades, la rutina y el estrés. Sin darnos cuenta, cada vez nos vamos alejando más y más de nosotros/as mismos/as y entre más lo hacemos, peor nos sentimos.
Es esencial encontrar un equilibrio entre el hacer y el ser. Dedicar tiempo a la reflexión, a la introspección y al autocuidado es tan importante como cumplir con nuestras obligaciones y responsabilidades diarias. Este equilibrio es clave para mantener una vida saludable y plena.
Por todo esto te propongo que, si no estás acostumbrado/a a dedicarte tiempo, empieces por buscar un hueco, por pequeño que sea, para dedicártelo exclusivamente a ti, apaga el teléfono, internet, la tele,… cualquier cosa que pueda distraerte.
Este tiempo de calidad contigo mismo es un regalo invaluable. Es un espacio para recargar energías, para aclarar tus pensamientos y emociones, y para reafirmar tus metas y aspiraciones. A veces, en el silencio y la calma, es donde encontramos las respuestas que hemos estado buscando.
Date el regalo de un tiempo exclusivamente para ti, para reflexionar sobre ti, sobre tu vida, tus habilidades, tus limitaciones… Esto en un primer momento puede parecer difícil, pero con la práctica empieza a resultar más sencillo. Este tiempo es fundamental para tu equilibrio y desarrollo personal, y…si no sabes qué hacer, sólo respira.
Un abrazo!
Raquel
Con estas líneas me siento muy identificado, en este momento estoy atravesando un período de conocimiento mio interno, y suscribo cada una de las palabras que has escrito Marta, y añadiría más, desde hace 3 meses estoy meditando todos los días y el crecimiento personal es exponencial, os lo aseguro y invito a todo el mundo que lo intente, no estoy queriendo convencer a nadie, solo que lo prueben y vean que lo que digo es absolutamente cierto. Que tengas toda la energía positiva en tu nuevo proyecto Marta. Besos.
Hola Eric, muchas gracias por tu aportación. Me alegra que estés en ese camino de conocimiento interior, considero que es una aventura interesante en la que nunca dejas de sorprenderte. Mucho ánimo en el proceso